Adjunto este artículo ya que me ha parecido de gran interés por su contenido, pues hace referencia a la forma en que la lectura afecta a la conciencia de los niños y al proceso de formación de la misma. Fue Juan Cervera quien estudió el proceso que a continuación expongo: (http://i-elanor.typepad.com/casadelarbol/2005/12/la_literatura_i.html)
LA LITERATURA INFANTIL CONTRIBUYE A FORMAR LA CONCIENCIA DEL NIÑO
Según el reconocido investigador español de literatura infantil Juan Cervera, los cuentos contribuyen a formar la conciencia crítica de los niños. La representación del bien y el mal de una manera sencilla y contrastante permite que los niños ejerciten su juicio y aprendan a ser responsables. A diferencia de las experiencias personales que también ayudan a construir conciencias (a veces con varios tropiezos y malos entendidos), los cuentos moldean personalidades sin riesgo alguno y de manera más divertida.
¿Qué es la conciencia?
La conciencia desde un punto de vista psicológico, es el conjunto de procesos mentales que reúnen información sobre todo tipo de conocimientos y sentimientos y que terminan formando una especie de reglas mentales que de alguna u otra forma dirigen o influyen en la conducta de un ser humano. La conciencia es la encargada de discernir entre el bien y el mal. Ya sea vista desde una perspectiva moral o religiosa, actúa como un juez advirtiendo sobre la bondad o maldad de alguna situación, pero siempre en la intimidad de la persona.
Según Paulo Freire el destacado pedagogo brasileño, una educación liberadora consiste en desarrollar una conciencia “critica” a partir de un análisis de la realidad, es decir una posición activa del individuo que cuestiona y reflexiona sobre lo que esta bien y esta mal antes de actuar. Las personas con conciencia crítica están concientes de las preocupaciones propias de su tiempo y de su compromiso para la construcción de un futuro.
¿Como se relaciona la literatura infantil con la conciencia de los niños?
A una temprana edad y en forma muy significativa, son los cuentos y narraciones los que alimentan los procesos mentales que forman la conciencia del niño. Algunos analistas observan que la literatura infantil provee de muchos valores e intenciones de forma natural. Son los autores de los libros los que a veces sin querer transmiten sus propios valores a los pequeños lectores; en otros casos los autores lo hacen a propósito, con un fin de adoctrinamiento o hasta inclusive manipulación, es por eso muy importante el rol que desempeñen los padres para conocer los libros que van a leer sus hijos.
El autor de cuentos infantiles puede haber tenido una intención, pero cada cuento tiene un significado diferente para cada niño. Cada niño entiende y asimila los mensajes de un cuento de acuerdo a sus propias situaciones y relaciones afectivas y de esta manera influyen en su personalidad y forma de ver y reaccionar ante el mundo que los rodea.
¿Por qué es importante el cuento como ayuda para educar y formar la conciencia de los niños?
Cuando el niño encuentra una historia que responde a alguna de sus necesidades íntimas, se aferra a él y pide insistentemente que se lo cuenten una y otra vez. Es decir que mientras la historia le sirva de respuesta a alguna de sus inquietudes mantendrá su interés. Según Christa Meves, afamada psicoterapeuta juvenil alemana: “Ese interés, en manera alguna fugaz, sino constante, esa necesidad e insaciabilidad ante la narración repetida del mismo cuento constituye un indicador clarísimo de la oportunidad de los cuentos como medio educativo”
¿Qué tienen los cuentos que ayuden al niño a diferenciar entre el bien y el mal?
En la actualidad la niñez crece en ámbitos no siempre seguros: familias desintegradas o difícil situación económica que obliga a los padres a trabajar todo el día. Muchas veces los niños se ven angustiados cuando sienten la necesidad de ser queridos, preferidos y atendidos por sus padres, familiares o amigos. Hay numerosos cuentos que directa o indirectamente representan estas situaciones.
Los cuentos y las historias al proporcionar imágenes de héroes solitarios que vencen dificultades en situaciones donde siempre triunfa la bondad sobre la maldad, le dan al niño seguridad y le permiten diferenciar claramente en su joven conciencia que representa el bien y que el mal. Las luchas del héroe son interiorizadas por el niño dejando una huella de moralidad. Como dijo el escritor y psicólogo infantil Bruno Bettelheim en su Psicoanálisis de los cuentos de hadas: “El niño siente que el mundo funciona perfectamente y que se puede sentir seguro en él, únicamente si sabe que las personas malvadas encuentran siempre su castigo”.
Algunos críticos dirán que los cuentos tradicionales tienden a presentar el bien y mal sumamente marcados cuando en la vida real todo tiene matices. Sin embargo a una edad temprana, presentar personajes totalmente opuestos ayuda a comprender más fácilmente la diferencia entre ambos, cosa que sería más difícil si se representaran tal como sucede en la realidad más cruda. Juan Cervera, reconocido investigador español sobre literatura infantil, indicó que el castigo propinado a las malas acciones en los cuentos, es necesario ya que cuando se castiga el mal, se esta generando una fuente de seguridad para la conciencia del niño.
¿Cómo influye la edad en la selección de los cuentos que formarán la conciencia del niño?
Dos a cuatro años: De los dos a cuatro años, el niño necesita cuentos realistas, llenos de imágenes de la vida cotidiana, lo que le ayudará a crear conciencia sobre su mundo más cercano: sus padres, su comida, sus juguetes, su aseo y sus amigos.
Cuatro
a
nueve
años:
De
los
cuatro
años
hasta
los
ocho
o
nueve
años
el
niño
necesita
historias
que
sean
anécdotas,
las
que
formarán
su
conciencia
en
el
aspecto
de
los
sentimientos
y
valores,
ya
que
esas
narraciones
le
mostrarán
conductas
que
le
gustarán
y
le
disgustarán,
provocarán
su
admiración
o
rechazo.
Al
contrastar
diferentes
personajes
se
ejercitará
su
juicio.
Marisa
Bortolussi,
autora
de
Análisis
teórico
del
cuento
infantil,
indica
que
“Cualquier
elemento
literario
que
suscita
en
el
niño
una
reacción
será
integrado
en
su
Yo”,
es
decir
tendrá
una
influencia
en
personalidad.
Nueve
a
doce
años:
Entre
los
nueve
y
doce
años,
los
niños
ya
no
leen
historias
en
blanco
y
negro,
ahora
tienen
matices
y
no
es
tan
fácil
diferenciar
entre
el
bien
y
el
mal.
Aquí
ya
no
son
utilizados
los
cuentos
tradicionales.
En
estos
cuentos
un
personaje
tiene
tanto
rasgos
de
maldad
como
de
bondad
que
el
niño
tendrá
que
saber
distinguir
y
con
su
aprobación
o
rechazo
su
conciencia
adquirirá
perspicacia
y
responsabilidad.
Juan
Cervera
en
su
cuento
Javi,
sus
amigos
y
sus
cacharros,
pone
en
aprietos
a
su
personaje
principal
cuando:
“descubre
la
tortuga
que
ha
caído
del
balcón
de
otro
amigo
suyo,
Gafitas,
piensa
en
voz
alta
y
se
plantea
el
verdadero
problema
de
conciencia.
Guardarse
la
tortuga
y
no
devolvérsela
a
Gafitas,
su
dueño,
es
«una
jugarreta»,
pero
devolvérsela
es
«un
fastidio»,
porque
lo
que
les
apetece
es
guardársela
para
ellos,
aunque
sea
«una
jugarreta».
Pero
piensa
que
quedará
más
tranquilo,
si
acepta
el
«fastidio»
de
devolverla.
Es
una
duda
de
conciencia
que
obliga
a
definirse
entre
el
bien
y
el
mal.
Bien
y
mal
que
no
le
son
ajenos,
sino
que
se
involucran
en
su
conducta
y
tiene
que
decidir.”
En
conclusión
Entonces,
si
bien
es
cierto
que
la
literatura
infantil
no
es
la
única
que
contribuye
a
moldear
conciencias,
si
cabe
me
que
mencionar
que
además
de
ser
menos
riesgosa
que
las
experiencias
personales,
tiene
enormes
posibilidades
y
responsabilidades
para
moldear
la
personalidad,
creatividad
y
criterio
de
los
niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario